A sólo 350 Km de Buenos Aires, un pequeño
pueblo en medio del bosque y junto al mar.
Calles de arena, los comercios esenciales, exquisiteces gastronómicas
y artesanías.
Casas, cabañas y hosterías casi escondidas entre
pinos y acacias.
El lugar ideal para disfrutar de unas tranquilas vacaciones
en pleno contacto con la naturaleza.